Petroglifos en peligro en las lagunas de Ruidera

Entrevistamos al Dr. en Historia Pedro R. Moya-Maleno: «En cualquier país civilizado, esto no entra en la cabeza de nadie.»

Un yacimiento sucumbe tras años de abandono y desprotección. Los expertos alertan de la importancia de su conservación.

LAS CLAVES

  • Datados entre el eneolítico (o calcolítico) y tiempos recientes, son docenas de figuras simbólicas.
  • Están grabados en la piedra tobácea, un tipo de roca formada hace milenios por el agua de las lagunas.
  • Algunos han sido destruidos; otros, quemados.
  • Los investigadores están estudiándolos, pero hace falta protegerlos.
  • Atentar contra ellos está tipificado por el Código Penal (art. 321-324)
  • Hacen falta recursos y una mejor gestión administrativa.
  • Pero, sobre todo, hay que valorar nuestro patrimonio, fuente de riqueza.

Imaginen que, en vez de protegerse, los petroglifos hallados en un lugar histórico fueran quemados por hogueras, destruidos por casas, pintados y garabateados. No lo imaginen: lleva ocurriendo desde hace años (décadas, incluso) en las Lagunas de Ruidera, donde los lugareños conocen la existencia de estos grabados históricos en piedra de toda la vida. Aunque recientemente han sido estudiados por arqueólogos, siguen sin protección y a la intemperie, sin vigilancia alguna, por lo que durante todos estos años han sido gravemente dañados por construcciones y urbanizaciones privadas en suelo público.

Construcciones y fuegos han dañado las paredes naturales y sus petroglifos.

Visitar el lugar nos despierta una extraña mezcla de sentimientos: la magia de la Naturaleza, el profundo azul de la laguna (Tinaja), las imponentes paredes tobáceas verticales (auténtico monumento geológico milenario)… nos hacen sentir muy pequeños. Pronto aparecen los primeros petroglifos (grabados esquemáticos en piedra). Multitud de cruces, círculos, cuadrados, triángulos… Allá donde miremos parece que la pared tobácea nos grita (sin sonidos). Y nuestro pasmo se vuelve reverencia. Tenemos la sensación de estar en un lugar mágico, que ha atravesado el continuo espacio-tiempo para revelarnos quién sabe qué inquietudes de pretéritos habitantes. Y nos sumimos en un silencio respetuoso, espontáneo, como si así pudiéramos escuchar su mensaje. Pero el sabor dulce se torna amargo cuando aparecen las primeras construcciones: casas en la parte alta de la barrera natural que, para más INRI, la atraviesan de lado a lado para construir accesos privados a la misma laguna, destruyendo lo que a la naturaleza le costó siglos, quizá milenios, en levantar.

Puerta atravesando la barrera milenaria natural.

«Me quedé alucinado al ver que la gente tiene puertas en medio de las tobas»

Pedro R. Moya-Maleno, Dr. en Historia.

Registrado el daño geológico, se nos eriza el vello al comprobar cómo algunos de los petroglifos también han sido destruidos. Los que han sobrevivido han sufrido graves daños. Incluso han sido quemados. Restos de fuegos, posiblemente barbacoas u hogueras, los tiznan de negro y enervan a quienes los han estudiado: «Poner una valla, como mínimo, es tener dos dedos de frente, se habría hecho en cualquier lado. Y, sobre todo, habría que cerrar las puertas de acceso que tiene la gente. Estuve por la zona y me quedé alucinado. A mí se me abren las carnes al ver cómo la gente tiene puertas directas en medio de las tobas», nos confiesa Pedro R. Moya-Maleno, Doctor en Historia con Mención Europea por la Universidad Complutense de Madrid, especializado en Etnoarqueología y los Procesos de Larga Duración aplicados a la Protohistoria europea y a la Hispania Céltica.

Barrera tobácea destruida por una construcción de cemento.

Pedro ha estudiado en profundidad numerosos asentamientos arqueológicos por todo el Campo de Montiel y actualmente trabaja en varios proyectos; es un experto de la zona que ha tenido a bien atender nuestras preguntas. En el brillo de sus ojos al hablar se entrevé esa pasión necesaria para acometer un trabajo con pulcritud y energía. Pero ese brillo se torna en llanto cuando le preguntamos: ¿Es esto normal? ¿Ocurre en otros países? ¿Cómo se actúa generalmente? «En cualquier país civilizado eso no entra en la cabeza de nadie. Los grabados pueden ser más modernos o más antiguos, pero algo se tiene que hacer. Documentarse afortunadamente ya se está haciendo. Puede ser calcolítico [o eneolítico, entre la Edad de la Piedra pulimentada y la del Bronce] o medieval, me da igual… Es Historia.»

«Hay que hacer algo. Es Historia.»

PEDRO R. MOYA-MALENO, DR. EN HISTORIA.


Encontramos, entre los petroglifos históricos, otros mucho más modernos: los típicos grafitis de parejas confesando al mundo su amor (aunque a nadie le importe…), o egocéntricos estampando su nombre bien grande, sin importar destruir lo que haya debajo. En otros yacimientos de la zona han repasado petroglifos con pinturas, como nos informa Pedro: «Nos habían repasado con ceras un petroglifo al poco de darlo a conocer. Es ignorancia. Luego está también el que le echa agua, que es algo que se ha hecho hasta hace poco, porque se pensaba que así afloraba el grabado… Pero también afloran líquenes y crea una capa calcárea… Va a ser peor. Quiero ser optimista en ese sentido con este tipo de problemas: muchas veces es falta de educación más que maldad intrínseca. Que la hay. Es decir: hay mafias que vienen ex profeso de Andalucía a la zona a arramplar todo lo que pillan y, por lo tanto, hay un hecho criminal directo. Pero luego hay un hecho de borriquería local, a ver quién es el más gallito… Por ejemplo: estamos excavando una cueva en Carrizosa donde ya tenemos elementos de neandertales, fauna del Pleistoceno, romanos… de todo. Pues tenemos botellines a treinta metros de profundidad.»

Aquí también encontramos botellines. Y latas, y plásticos, y tuberías, y basuras… ¿Nadie se atreve a atajar el problema? Pedro llega entonces a la raíz: «Hay mucho pasotismo. Desde el administrativo a más baja escala (porque los votos pesan, no en un pueblo en concreto, sino en general, en cualquier lado) hasta los estamentos superiores. Hay una incapacidad total de la comunidad autónoma para controlar este tema. Una comunidad autónoma que tiene dos técnicos (especialistas) por provincia no puede hacer inspecciones; bastante tiene con levantar actas día a día, hacer un seguimiento… Si es algo muy sonado ya sí se presenta alguien. Pero en general no hay capacidad.»

Restos de un fuego sobre petroglifos destruidos.

Paseamos por la zona y vemos construcciones de cemento fusionarse con abrigos de toba o travertino natural. Dantesco. Escaleras de caracol metálicas. Restos de fuegos, embarcaderos… Sean quienes sean los que usan esta zona como lugar de esparcimiento y de recreo, no han tenido mucho respeto con el entorno, tanto geológico como arqueológico.

Petroglifos quemados.

«En crisis o pandemias la cultura es la primera que se va al garete.»

Existe un grave problema de vigilancia y protección para evitar que estas amenazas continúen: «El patrimonio no es asumible por acción o por omisión. No sé en qué tanto por ciento. Por ejemplo, en crisis o pandemias la cultura es la primera que se va al garete. Este año no hay financiación para excavaciones arqueológicas en Castilla-la Mancha. ¿Por qué no se gestionan mejor las cosas para tener más gente trabajando y cuidando el patrimonio, con más recursos? Y hablamos del SEPRONA, el encargado, igual que la Policía Nacional, que tiene una división de Patrimonio. Pero bastante tiene con sus cuatro agentes y sus cuatro motos desvencijadas para recorrer, los de Manzanares a Ruidera; los de Infantes, a Andalucía… Si tienen que estar pendiente de los linces, de las aguas… Pues muchas veces del patrimonio ni están especializados ni tienen tiempo.»

¿Qué son los petroglifos?
Aprovechamos la oportunidad de hablar con un experto para intentar arrojar algo de luz sobre estos petroglifos. Pedro reconoce que existen muchas lagunas sobre su significado e incluso su datación. «Cuando los arqueólogos vemos este tipo de grabados, de arte rupestre, queda el problema de su datación. Es difícil de datar, porque no hay un contexto, no se encuentran cerámicas, por ejemplo, asociadas. Además hay superposiciones y problemas cronológicos, porque hay muchos elementos que nosotros podemos ver como cruces (sí, los cruciformes es la cruz latina) pero para hacer dos palos cruzados no hay que ser un genio. Entonces ese tipo de elementos nunca sabes si son cristianizaciones o arte efímero (un pastor que se entretiene haciendo una cruz) o si verdaderamente son antropomorfos, simplificaciones como tenemos en muchos sitios. Lo cierto es que muchos de esos elementos sí tienen el beneficio de la duda, de que aparecen en otros sitios de la Península solos, aislados, en cronologías muy antiguas, desde el calcolítico [o eneolítico] o incluso antes.»

El Dr. Pedro R. Moya explica los petroglifos.

Cuestión de modas
Mucho se ha especulado con el significado de estos símbolos. Le preguntamos a Pedro, y sonriente nos reta: «¡Si tú tienes la solución te doy un premio!» Nos encogemos de hombros. Sólo nos atrevemos a ver similitudes al observar los trabajos realizados en El Castillón-Peñaflor (Villanueva de los Infantes)1 y Pozo del Empego (Alcázar de San Juan)2. Le preguntamos si podría ser un símbolo recurrente: «Sí. Ese tipo de antropomorfo no se sabe si son gólgotas [lugar cerca de las murallas de Jerusalén donde según los evangelios murió Jesús, también conocido como El Calvario]: muchas veces se dice que es la cruz de Cristo con el monte donde murió. Pero el problema es que cuando aparecen en sitios tan recónditos asociados a poblamientos de distinta época… Te descoloca. Y lo hacen en sitios tan apartados que ya piensas que no puede haber venido un medieval a hacer eso. Son esquematizaciones humanas de distinta forma. Lo que se interpreta como un gólgota a lo mejor es una vagina o cualquier otro tipo de elemento. Cuando en Altamira hacen bisontes con un realismo exagerado, no es que se olvidaran de pintar en el Románico; no, simplemente son tradiciones pictóricas que están de moda en esa época, igual que ahora puede estar el manga. Entonces hay que entender que era su manera de representar las cosas.»

Izquierda: Ruidera. Centro: Alcázar de San Juan. Derecha: Cerro Castillón.
Pinche para ampliar.

«Son difíciles de datar, porque no hay un contexto.»

PEDRO R. MOYA-MALENO, DR. EN HISTORIA.

Comentamos a Pedro que nos llamó la atención encontrar algunos de estos petroglifos justo en el abrigo tobáceo donde mana un manantial, y le preguntamos si podría existir una especie de significado sagrado al ver salir el agua de la tierra: «Es evidente. Que la gente que vivía en la zona tenía que conocer dónde manaba agua viene por el conocimiento total del territorio. Cuando la gente ve manar el agua de un sitio, explicarle que eso va por un acuífero, capas freáticas… Evidentemente no lo van a entender.»

Adoración de la Naturaleza
Esa connotación de la adoración de la Naturaleza como algo sagrado aparece en otros yacimientos: «Esa reverencia simbólica respecto a manantiales existe. Los de la Tinaja son importantes, pero estoy trabajando ahora en un artículo sobre cazoletas [pequeños huecos horadados en la superficie de la piedra] que aparecen en Ruidera, en la zona de Peñarroya, en los Cerrillos, en la Solana, en cueva Maturras… Tienen claramente una simbología, no se sabe si son para libaciones [ceremonia religiosa entre los antiguos paganos que consistía en derramar un líquido, frecuentemente vino u otro licor, en honor a los dioses]. No sabemos si para celebrar el renacimiento de la Naturaleza. Generalmente siempre nos movemos en simbologías de ese tipo. Es fácil discriminar cruces patadas (cruces que tienen remate), que sí se sabe que son medievales, como poco. Lo que no sabemos es si verdaderamente son cristianizaciones (con lo cual la gente entendía que eso no era suyo y que era antiguo, con lo que es un dato interesante) o simplemente era gente que añadía su contribución al ver lo que ya habían hecho otros. En cualquier caso, como lugar sí es único, es interesante, y yo creo no ha sido debidamente estudiado. Merece hacer distintas lecturas y sobre todo empezar a cruzar datos con otros sitios.»

¿Qué son las figuras de los petroglifos?

«Es un lugar único y no ha sido debidamente estudiado.»


Esperamos que la conciencia empiece a cambiar y seamos conscientes de nuestro propio patrimonio, su riqueza y la importancia de su conservación. Ese es el espíritu de este y futuros artículos; no se trata de enfrentar a nadie contra nadie, sino de empezar a tomar conciencia de nuestras acciones, y saber enmendarlas. Cada hecho es hijo de su contexto histórico. Afortunadamente hoy tenemos un bagaje mucho más rico que hace décadas. Podemos actuar en consecuencia. Seremos recordados por nuestros actos, y uno de ellos es cómo cuidamos nuestra propia identidad, a menudo estampada en nuestras tierras, sea en forma de petroglifos, centrales, batanes o molinos. Por eso este reportaje es sólo un extracto de una extensa y muy enriquecedora entrevista mantenida con Pedro, de la que iremos desgranando su contenido en una serie de reportajes monográficos sobre el Campo de Montel y las lagunas de Ruidera, con el espíritu de dar a conocer el patrimonio y, a la vez, concienciar sobre su protección, directamente de la mano de los especialistas, que iremos publicando a lo largo de los próximos días.


Héctor Campos, escritor y fotógrafo.

(1): Bendicho, Víctor Manuel y Ortega, Marchante y Vincent, Matthew y Cárdenas Martín-Buitrago, Ángel y Pintado, Jorge. (2017). Uso combinado de la fotografía digital nocturna y de la fotogrametría en los procesos de documentación de petroglifos: El caso De Alcázar De San Juan (Ciudad Real, España). Virtual Archaeology Review. 8. 64. 10.4995/var.2017.6820.

(2): Moya-Maleno, Pedro & Galeano Prados, Marcos & Serrano, Antonio y Torrejón Valdelomar, Juan. (2019). Arqueología Virtual y Ciber-Arqueología: la implementación de las nuevas tecnologías en el Campo de Montiel. Revista de Estudios del Campo de Montiel. 87-105. 10.30823/recm.02019118.