Ecomarcha en las Lagunas de Ruidera de «Ecologistas en acción»
«La presión turística y urbanística agobia el paisaje de este oasis manchego». Con los objetivos claros, el pasado domingo 24 de octubre «Ecologistas en acción» de Ciudad Real convocó una concentración y «ecomarcha» ciclista en el Parque Natural de las lagunas de Ruidera, dentro de la idea de descentralizar las actividades que habitualmente esta confederación ecologista organiza a favor de la defensa del agua.

El lema ha sido «por la recuperación integral del Alto Guadiana y el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua”. El lugar, el rosario de lagunas tradicional y erróneamente considerado como el nacimiento del Guadiana. Ecologistas en Acción considera que padece «amenazas de todo tipo, que viene soportando desde su declaración» como parque natural. Amenazas que podrían enumerarse largamente: construcciones ilegales, contaminación de las aguas, usurpación del espacio público (aguas y orillas), poca o nula concienciación del turista hacia lugar que visita, casas rurales convertidas en discotecas ilegales, sobreexplotación del acuífero…
Ecologistas en acción considera que «este espacio natural protegido sufre desde la década de 1970 una alta presión humana asociada a la urbanización ilegal y el turismo masificado con el consiguiente impacto paisajístico, degradación ambiental y contaminación difusa del agua que los sucesivos responsables políticos y gestores, y las normas de uso público como el actual Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural no logran solucionar.»

«…Este oasis manchego se ha entregado a los sempiternos intereses de empresarios, políticos y demás depredadores.»
Ecologistas en acción considera que «la presión turística y urbanística agobia el paisaje de este oasis manchego, entregándolo a los sempiternos intereses de empresarios, políticos y demás depredadores que anteponen siempre los intereses particulares y cortoplacistas al interés general, y al estricto cumplimiento de la propia ley que debería frenar y limitar este ansia especulativa.» Problemas que escritores, investigadores, naturistas y demás seres sensibles han venido denunciando durante décadas. Hoy el tabú se ha roto y las reivindicaciones ya no son «cosas de locos». Lo ilógico, hoy, es no manifestarse a favor de la conservación de esta joya.

Tras 42 kilómetros de recorrido (Las Hazadillas, Santa Elena, Chorro de La Mina, Almorchones, San Pedro, Rochafrida, El Ossero, Vado Blanco, Sendero Nuevo a la Cañada del Pisón, Hazadillas y regreso a Ruidera), hubo una concentración y lectura del manifiesto en la plaza de Cervantes a la que tristemente no se llegó ni a la veintena de asistentes (ninguna representación oficial ni institucional), casi todos eran los mismos ecologistas desplazados a la zona. En el manifiesto se puso hincapié en que «la reivindicación de este espacio, junto al resto de humedales y cursos fluviales de La Mancha, se centra en la política comunitaria que establece la Directiva Marco del Agua, que pretende recuperar las masas de agua, tanto superficiales como subterráneas, en calidad y cantidad. Aunque para algunos esto pueda parecer utópico, será el fiel que decante si apostamos por un futuro sostenible o continuamos en una carrera suicida contra nosotros mismos y contra la inteligencia.»
«Aunque para algunos es utópico, hay que decantarse: apostar por un futuro sostenible o continuar con una carrera suicida.»
Han participado ecologistas de Madrid, Valdepeñas, Ciudad Real, Agudo, Argamasilla de Alba, Campo de Criptana y Piedrabuena. Aplaudimos iniciativas de este tipo al tiempo que nos lamentamos de la poca repercusión que tuvo, deseando que la proclama no haya sido una simple excursión o lucimiento dominguero en bicicleta, y que las reivindicaciones en defensa de nuestro medio ambiente no decaigan. Esperamos que, la próxima vez, haya al menos tanta gente comprometida en otoño como parroquianos en las saturadas terrazas veraniegas.

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