ELEMENTO INSALUBRE EN EL INTERIOR DE LA OFICINA DE INFORMACIÓN LOCAL DE RUIDERA

Cavilaciones en Ruidera, por Salvador Jiménez Ramírez

Hay días que nos disgustamos más que otros según sean los “elementos” con los que nos topamos… Valga la designación para un amplio espectro de la materia… Nunca he encontrado argumentos sólidos, razón ni lógica, ante determinados comportamientos, sobre si debe ser preferible la “salud” del agua-vida y la de los seres humanos (y otros) o la ambiciosa, irracional y usurera “inercia”; sin apenas responsabilidad social de sectores lucrativos-especuladores, e instituciones “enganchadas” a sus temporales intereses y “caprichos”, para prolongarse dentro de “SÍ”… Comprendemos la, a veces, infinita complejidad de la suma y coherencia de los “elementos” y las individualidades sociales… Hoy ha sido un día de buenas y malas sensaciones al entrar en la Oficina de Turismo de Información Local de Ruidera, dependiente del ayuntamiento. La buena-primero- ha sido que la persona que se encarga de informar al público es Irene, licenciada en biología; joven, jovial, afable y con una extraordinaria preparación en distintas materias, incluidas geología y arqueología; ya que en el local, en dependencia anexa, el visitante también puede contemplar y analizar una exposición arqueológica; (aceptada con cierto interés por el consistorio) a través de la cual conocerá los distintos periodos, de asentamientos humanos en la Cuenca del Alto Guadiana. La sensación fatal nos ha “asaltado”, doliéndonos un poco, al fijarnos en una PACA (que bien podía haber sido en foto, para hacernos a la idea de los desmanes cometidos en el paraje natural, sin tener que inhalar el tufillo de otros) de colillas de cigarrillos—en estado puro—, ya que se trata de desechos tóxicos, depositados en un espacio cerrado, frecuentado por el público, carentes del correspondiente informe medioambiental y control sanitario.

Omitiendo otras acciones, que nos llenan de desaliento. Y nos hacen dudar de nuestra imparcialidad respeto de la verdad objetiva de realidad, en nuestras publicaciones, la noche pasada abrían la puerta de la cancela de nuestro domicilio; (tiempo atrás fue reventada la cerradura de la cochera) de lo que nos avisaba de buena maña un familiar, Santiago Novillo. Hechos que han sido puestos en conocimiento de la Guardia Civil.

Esperemos que la “cola” que traiga consigo esta publicación, no nos ocasione demasiados inconvenientes.